Calamares en su tinta con trigo sarraceno.

¿Quieres un plato rápido y fácil? Pues hoy te propongo un clásico, calamares en su tinta. Receta sencilla, deliciosa y junto con el trigo sarraceno hace que se convierta en un plato super completo.

Lo clásico es el arroz blanco. Yo os propongo emplear trigo sarraceno o alforfón, un pseudocereal sin gluten apto para celiacos, muy nutritivo, rico en lisina, ácidos oléico y linoléico, entre otras propiedades. Tiene forma de triángulos pequeños y lo encontrás con facilidad en tiendas de productos ecológicos, herbolarios e incluso en tiendas de venta a granel.

Ingredientes para 2 raciones:

2 calamares grandes.
1 cebolla.
2 dientes de ajo.
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
1 cucharada de salsa de tomate casera.
1 cucharadita de maizena.
Tinta de calamar natural o 1 sobre de tinta.
Una pizca de sal.
Medio vaso de agua o 3/4 (al gusto).
100 gr de trigo sarraceno.

Elaboración

Lo primero que tendremos que hacer es limpiar los calamares. Aquí te dejo un enlace de cómo se hace: cómo limpiar calamares del maravilloso blog de Javi Recetas. Normalmente en las pescaderías si se lo pides te los limpian, y como los vamos a trocear, no importa que nos los abran. Pedid que os guarden la tinta, sino que os den algún sobre, ya que a veces no traen gran cantidad. Una vez limpios vamos a trocear las aletas, los tentáculos y cortar los cuerpos en cuadrados medianos.

Picamos el ajo y cortamos la cebolla en cuadrados, no hace falta que sean muy pequeños porque luego trituraremos la salsa. Ponemos en la olla exprés dos cucharadas de AOVE y rehogamos el ajo y la cebolla a fuego medio. Podemos añadir una pizca de sal para ayudar a que se pochen las verduras. Las dejamos hasta que estén transparentes, blandas y ligeramente doradas, unos 15 minutos aproximadamente.

Cuando la cebolla y el ajo estén en su punto añadimos los calamares cortados y rehogamos durante 2 minutos. Verás que van cambiando de color, a más blanco. Es hora de echar el tomate.Una cucharada de salsa de tomate casera hará que la salsa esté espectacular. Removemos para integrar bien.

Si el calamar tiene buena tinta la emplearemos. Yo la pongo en un bol con un poquito sal que me ayudará a romper la bolsa de la tinta y la aplasto con una cuchara. A continuación añado agua,como medio vaso o 3/4 de vaso de agua, para diluir la tinta. Con ayuda de un colador hecho la tinta a la olla. Con esta cantidad nos saldrá bastante salsa, que a mi en particular me encanta. En caso de usar el sobre de tinta, añadimos la misma cantidad de agua sobre los calamares y echamos el sobre de tinta. Removemos bien para que se diluya.

Cerramos la olla express y los dejamos cocinar durante 10 minutos. Apagar el fuego y dejar hasta que la válvula se baje y nos permita abrir la olla.

Preparamos la salsa. Abrimos la olla y retiramos todos los trozos de calamar. Trituramos la salsa con ayuda de la batidora. Algún trozo de cebolla se irá con los calamares, no pasa nada. A mi me gusta que la salsa esté ligeramente espesa para ello empleo maizena. Diluye una cucharadita de maizena en un vasito de agua hasta obtener una mezcla líquida y ligera. Ponemos a hervir la salsa y echamos la maizena diluida, removiendo continuamente hasta espesar la salsa a nuestro gusto. Añadimos de nuevo los calamares, removemos todo y apagamos el fuego. Retiramos y dejamos reposar fuera del fuego. Mientras preparamos la guarnición

Cocinamos el trigo sarraceno. Aprovecha a prepararlo mientras se están cocinando los calamares para tenerlo todo listo a la par. Ponemos una cacerola con agua a hervir. Cuando el agua esté hirviendo añade un poco de sal y el trigo sarraceno. Necesitará unos 15 minutos de cocción. Cuando haya pasado ese tiempo, comprueba que el grano esté cocido, sino déjalo unos minutos más. Lo normal es que esté cocinado en 15-18 minutos. Lo escurrimos y ya lo tenemos listo.

Servir los calamares con el trigo sarraceno y a disfrutar.

Ya sabéis que cuando me meto en la cocina suelo apañar la comida de ese día y la de días posteriores. Así que con esta receta, como un día y congelo la otra ración en una tartera de cristal. Es un plato muy completo que podéis llevar al trabajo o la universidad como plato único. Vais a ser la envidia de todos por el olorcito tan rico que desprende.