¿Compota de manzana? ¡Suena a comida de enfermo! Pues no te digo yo que no. Cuando mi tripa se rebela y hace de las suyas no me queda más remedio que prepararme una rica compota de manzana para ayudar a reiniciar el sistema operativo de este cuerpecito. Considero que es un postre muy fácil y digestivo para tomar de manera frecuente en nuestras dietas. Así que, ahí va mi receta.

INGREDIENTES para 4 raciones aprox.

• 3 Manzanas Fuji.
• 1 trozo de jengibre fresco.
• 2 cucharaditas de canela en polvo.
• Un poco de cáscara de limón.
• 1 vaso y medio de agua.

ELABORACIÓN

Yo empleo manzana Fuji, pero puedes usar cualquier otra, las reinetas son muy sabrosas. Pelamos las manzanas y las cortamos en cuartos para eliminar las semillas. Con el cuchillo vamos sacando lascas de manzana. Si te resulta más fácil hazla cuadraditos. Sea como sea, busca que sean del mismo tamaño y grosor para que a la hora de cocinar, lo hagan de manera uniforme y no te queden trozos muy pasados y otros un poco enteros.

¿Qué ingredientes le echo yo a mi compota? Canela de la buena, cáscara de limón y un trozo de jengibre rallado o a trocitos, que también tiene su punto encontrarse los trozos enteros. El jengibre es un gran antiinflamatorio natural y a nivel digestivo vamos a encontrar un gran beneficio si lo consumimos. Es cierto que no a todo el mundo le gusta, porque tiene un sabor picante y cítrico, por lo que si no te hace gracia añade poquito o prescinde de él. A mi me encanta y lo uso mucho en mi cocina, tanto en dulce como en salado o para dar un toque a mis infusiones o tés.

Añade dos cucharadas de canela en polvo, un trozo de jengibre fresco rallado, yo he puesto la medida de un dedo de ancho aproximadamente, un trozo de cáscara de limón y el agua. Remueve todo y pon a fuego medio bajo que se cocine durante unos 45 minutos. A mi me gusta que se quede un poquito entera la manzana. Consejo: puedes triturarla si quieres una consistencia más tipo puré, lo que lo hará ideal para los más peques de casa o si tienes algún problema de deglución (disfagia).

¿Pero no le echas azúcar? Pues ya habéis visto que no, ni falta que le hace. Con todos esos ingredientes queda una compota deliciosa, conservando el sabor a fruta, ligeramente ácido.

 A mi me gusta tomarla tibia y la podéis consumir tal cual, o mezclada con yogur natural, como relleno de unas crepes, acompañando unas tortitas  o como se os ocurra.  

Guárdala en el frigorífico en un recipiente con cierre hermético, donde te aguantará en perfectas condiciones una semana. Yo la guardo en tarritos de cristal lo que me facilita el almacenaje y poder llevarlo al trabajo de manera cómoda.

Espero que os animéis a prepararla y que no penséis que solo es comida de enfermo.

¡¡¡Ánimo cocinillas!!!