Estos tomates confitados los haréis una vez y no podréis dejar de hacerlos. Son deliciosos. El toque del pimentón y el azúcar en conjunto con la acidez del tomate hacen que sea una guarnición de escándalo. 

Ingredientes que fácilmente tendréis por casa y elaboración super sencilla. Te lo cuento aquí abajo.

INGREDIENTES

• 4 tomates medianos (600 gr aprox).
• 2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
• 1 cucharada sopera de azúcar.
• 1 cucharadita de sal.
• 1 cucharadita de Pimentón de la Vera agridulce.

ELABORACIÓN

Lavar los tomates bien y quitar el rabito. Partir por la mitad y, con ayuda de una tabla, cortar en gajos medianos. 

A continuación colocar el tomate en una fuente de horno, añadir el aceite, sazonar, añadir el azúcar y el pimentón. Remover muy bien con una cuchara para impregnar todos los trozos de tomate. Meter al horno precalentado en la parte de abajo a 180ºC durante una hora. 

Sacar del horno y dejar reposar hasta que estén tibios, esto hará que espese un poco el líquido que generen. 

CONSEJOS

• Los tomates recomendables son aquellos que sean carnosos y más dulces. Yo suelo hacerlo con tomates de rama o de pera. También se puede hacer con tomates cherry que quedarán muy vistosos. 
• Podemos remover durante el horneado para que no se resequen los tomates que quedan en la parte superior de la fuente. 
• Los últimos 10- 15 minutos podéis subir la fuente a la mitad del horno para dorar ligeramente. 
• Emplea una fuente honda y no lo hagas en la bandeja plana del horno ya que el jugo que sueltan estos tomates tan maravilloso, se quemará y evaporará.
• Guarnición ideal para un pescado blanco, una tortilla francesa, unos huevos, un plato de pasta o una tosta con queso…
• Aguantan en la nevera en un recipiente hermético una semana. 

Si os surgen dudas sobre la receta o tenéis alguna inquietud que queráis compartir, recordad que tenéis el correo electrónico a través del cual os podéis poner en contacto conmigo: gastrolibreta@gmail.com. Si queréis compartir alguna receta es bienvenida.

¡Ánimo mis cocinillas!

Gracias por leerme.