Cuando compramos manojos de verduras de hoja verde, como pueden ser espinacas, acelgas, rúcula, mizuna, diferentes lechugas… es imprescindible que realicemos una buena consevación de ellas para que no desperdiciemos comida. 

Lo ideal es que cuando las compramos y que están normalmente muy frescas, las lavemos bajo el grifo de la tierra que puedan traer, eliminando también las hojas que vengan pochas o muy lacias. Las dejemos en un cuenco grande con agua fría durante 15-20 minutos. De esa manera se volverán más turgentes. 

A continuación, sacudir el agua de las hojas y con ayuda de una centrifugadora de verduras, eliminar al máximo el agua y así evitar que se pudran por condenación de la humedad. 

El último paso que haremos será meterlas en una bolsa hermética, introducir un trozo de servilleta de papel que se encargará de recoger la humedad que pueda generarse, alargando así la duración de nuestros vegetales. Quitar el aire y cerrar herméticamente. Guardar en la nevera. 

El proceso te puede llevar 30 minutos pero de esta manera tendremos listas nuestras hojas limpias para su consumo y no desperdiciaremos tanta comida. Pueden aguantar de una a dos semanas. Vigilar el papel y cambiarlo si está muy húmedo.

Otro consejo, no tires el agua de remojo de la verdura. La puedes emplear para regar plantas o como agua para el inodoro.

Espero que te sean de utilidad estos consejos. Recuerda que puedes encontrar más en el apartado de Técnicas y Consejos del blog.

Gracia por leerme.