Este postre tan rico nace de la necesidad de seguir comiendo deliciosos flanes caseros pero sin leche. No tengo un diagnóstico en firme de intolerancia a la lactosa, pero tengo más que comprobado que no me sienta bien, por lo que me veo obligada a reducir bastante el consumo de lácteos en mi dieta. Además tengo mucha gente en mi vida (familia, amigos, conocidos) con intolerancia a la lactosa por lo que siempre ando investigando en mi cocina y adaptando recetas para que también las puedan disfrutar. 

Tiene una textura muy suave, y no te preocupes si no te gusta el coco, apenas se nota el sabor. Combina a la perfección con diferentes frutas. Yo os lo presento con unas frambuesas, pero lo puedes servir con cualquier fruto rojo, mango, compota de manzana, ruibarbo asado o chocolate fundido. Imaginación al poder.

Ingredientes para 5 flanes:

• 1 lata de leche de coco bio (400 ml).
• Corteza de limón ecológico.
• Corteza de naranja ecológica.
• 1 trozo de canela en rama.
• 2 cucharadas soperas de azúcar de coco puro ecológico.
• 3 huevos de corral.

Para el caramelo:

• 2 cucharadas soperas de azúcar de coco.
• 1 cucharada sopera de agua.
• Unas gotitas de zumo de limón.

Elaboración

La elección de estos productos hace que sea un postre bastante sano, pero advierto que no son baratos, para mi es una inversión en salud pero eres libre de cambiarlos. En el mercado exiten muchas marcas de leche de coco. Esta que utilizo la encontráis con facilidad en los herbolarios o tiendas bio. Tiene un 80 % de leche de coco a diferencia de otras que solo contienen un 60% o menos y están por tanto más diluidas. El azúcar de coco lo elijo, ya  que en comparación con otros edulcorantes, contiene muchos más nutrientes y un indice glucémico bajo (35 %). Es un producto caro, este es de SaludViva y el paquete de 250 gr cuesta 5,50€. Los cítricos elegidos para la ocasión son ecológicos ya que cuando empleo la piel en una receta me gusta que lleve la menor química posible. Es importante que de las cortezas quitemos muy bien la parte blanca para que no amargue. 

Lo primero que vamos a hacer es darle sabor a la leche de coco infusionándola con las cortezas de limón y naranja y la rama de canela, un trocito será suficiente. Empezamos a fuego fuerte y cuando empiece a hervir bajamos a fuego medio y lo dejamos 10-15 minutos, removiendo de vez en cuando. Por último, añadimos las 2 cucharadas de azúcar de coco. Para mi esta cantidad es suficiente, no me gustan las cosas muy dulces. Prueba y ajusta el azúcar a tu gusto, pero no te pases que luego lleva el caramelo. 

Lo retiramos del fuego, lo colamos y dejamos enfriar un poco antes de mezclarlo con los huevos para que no se cuajen.

Mientras vamos preparando el caramelo que irá en el fondo de las flaneras. En una sartén echamos dos cucharadas de azúcar de coco con 1 de agua, lo ponemos a fuego vivo y lo dejamos hasta que todo empiece a burbujear y añadimos unas gotitas de limón para que no se solidifique. En menos de 5 minutos lo tienes. Cuidado de tocar el caramelo que es pura lava y la quemadura es grave. Lo repartimos entre las 5 flaneras.

Cuando esté la leche templada la ponemos en el vaso de la batidora, añadimos los huevos y batimos todo hasta obtener una mezcla homogénea. Rellenamos las flaneras y las colocamos en una fuente de horno.

Los vamos a cocinar en el horno al baño maría. Para ello echamos agua en la fuente del horno hasta llegar a cubrir las 3/4 partes de las flaneras. Horno precalentado, vamos a cocinarlos a 170ºC calor arriba y abajo, durante 30- 40 minutos. Dependerá de cada horno. A los 30 minutos pinchamos un flan con un cuchillo para comprobar si está cuajado . Si sale el cuchillo limpio es que ya está cocinado, si sale sucio lo dejamos unos 5 o 10 minutos más. 

Sacamos la bandeja del horno y con mucha precaución de no quemarnos, sacamos los moldes fuera para que no continúen cocinándose. Los dejamos enfriar antes de meter a la nevera. Yo los suelo guardar tapados con un poco de papel de aluminio para que no se resequen y en la misma flanera. Puedes guardarlos en la nervera de 3 a 4 días, si es que te duran tanto.

A la hora de desmoldarlo, meto una puntilla por todo el borde para ayudar a que salga con mayor facilidad del molde.

Una absoluta delicia. Si tienes alguna comida en casa y quieres sorprender prepara este rico postre. Recuerda que es apto para intolerantes a la lactosa.La leche de coco le puedes dar el sabor que prefieras. Puedes añadirle cardamomo, una vaina de vainilla en vez de la canela, que a mucha gente, sorprendentemente, no le gusta.

A mi me encanta y como te digo no es nada dulzón. 

Hacedlo y contadme que os parece.

¡Ánimo cocinillas!