
¿No tienes horno y te encanta la pizza? No desesperes porque con una simple sartén conseguirás preparar una pizza riquísima con una base muy crujiente.
Lo único que no lograrás, a diferencia del horno, es dorar los ingredientes, por ello, emplea verduras o carnes asadas o cocinados previamente y no emplees productos crudos como, por ejemplo huevo, pescado o carne…
Tengas o no tengas horno, esta receta te va a gustar.
INGREDIENTES 2 pizzas pequeñas
Para la masa:
- 150 gr de harina de trigo (o 75 gr harina de trigo y 75 gr harina de fuerza).
- 88 ml de agua tibia.
- 12 ml de aceite de oliva virgen extra (1 cucharada sopera aprox).
- 3 gr de sal (media cucharadita).
- 5 gr de levadura seca de panadería (1 cucharadita).
Para el relleno:
Yo he empleado cosas que tenía en mi nevera y despensa.
- Salsa de tomate
- Orégano
- Una bola de mozzarella fresca.
- Escalivada, caballa en aceite, zanahoria rallada.

ELABORACIÓN
En un cuenco mezclar el agua tibia, el aceite y la levadura hasta diluir la levadura. En otro cuenco, mezclar las harinas, la sal y verter los líquidos que hemos mezclado previamente. Volcar en la encimera y amasar hasta conseguir una bola homogénea.
Poner un poco de aceite en un cuenco y extender por el fondo. Meter la bola de masa y dejar reposar tapada hasta que doble de volumen. Si llevas prisa, déjala reposar mínimo 30 minutos.
Divide en dos la masa. Añade un poco de aceite en la encimera y con ayuda de las manos extiendo hasta formar un círculo del tamaño de un plato de postre. Importante, que no sea más grande que el diámetro de la sartén.
Poner a fuego medio dos sartenes medianas. Cuando estén calientes, añadir una masa a cada sartén. Dejar cocinar por un lado hasta que se formen pequeñas pompas en la masa. Dar la vuelta y dejar cocinar otros 2-3 minutos por ese lado. Dar la vuelta de nuevo, bajar el fuego para que no se queme la base.
Añadir una cucharada de salsa de tomate, orégano, y la mozzarella desmenuzada al gusto. A continuación, añadir los ingredientes que más te gusten. Dejar hasta que se derrita la mozzarella. Tapar con una tapa de sartén o cazuela para ayudar a que funda mejor.
Sacar a un plato y a disfrutar.

Consejos
- Se puede hacer con harina de trigo, mezcla de trigo y fuerza o toda fuerza. Si se usa harina integral, necesitarás añadir un poco más de líquido.
- Si cuesta mucho amasar o está muy seca, añadir un poco más de agua. También, si dejas reposar la masa 5-10 minutos, el gluten se relajará y te permitirá seguir amasando.
- Reposar la masa tapada con un gorro de ducha o un trapo, dejar en un sitio cálido.
- Aconsejo hacer en dos sartenes para que, si se quieren comer a la vez, no pierdan textura y temperatura.
- Puedes hacer una única masa, más gordita, pero necesitarás una sartén grande de 28-30 cm de diámetro por lo menos.
- Al estirar la masa con aceite, no se necesita añadir más a la sartén.
- No abuses del tomate ya que humedecerá mucho la masa y tampoco de la mozzarella porque soltará mucho suero y humedecerá la masa.
- Cocinar a fuego suave cuando se añadan los ingredientes, para que la base de la pizza no se queme.

Aunque tengas horno, es una opción ideal si te apetece una pizza y no quieres encenderlo, bien porque supone mucho gasto energético o porque hace calor y te da pereza encenderlo.
Si os surgen dudas sobre la receta o tenéis alguna inquietud que queráis compartir, recordad que tenéis el correo electrónico a través del cual os podéis poner en contacto conmigo: gastrolibreta@gmail.com. Si queréis compartir alguna receta es bienvenida.
Deja tu comentario aquí o en las redes sociales, Instagram y Facebook. Dale a me gusta y comparte para que llegue a más gente.
¡Ánimo mis cocinillas!
