Sofá, manta, peli y palomitas. Planazo para esos días tontos que no te apetece salir o como en mi caso, para cuando estás convaleciente de una enfermedad y tu cuerpo te grita que le cuides y le des reposo. Pues nada mejor que hacerte unas palomitas caseras y a tu gusto.
Os aseguro que es una receta sencillísima y mil veces más sana que meter la bolsita en el microondas y esperar que el calor mágico hinche la bolsa y obtengas unas palomitas cargadas de sal y grasas malas.
He crecido en una casa donde nunca hemos tenido microondas y la primera vez que me enfrenté a esta cajita mágica, fue en la universidad cuando me tuve que calentar la comida. Pedí ayuda, por supuesto, porque no tenía ni pajolera idea de cómo se manejaba. Hoy tengo en casa un microondas, porque la casa contaba con él, pero casi no lo uso, no me gusta y además está comprobado que altera la estructura molecular de los alimentos. Si sois asiduos de este pequeño electrodoméstico, os invito a no usarlo, por vuestra salud.
De pequeña observaba muy de cerca el ritual que llevaba a cabo mi madre para hacernos a mi hermana y a mi palomitas, y es hoy cuando me apetece comerlas, que lo reproduzco.
Hoy la receta va de eso, de cómo hacer unas ricas palomitas caseras. Con la ventaja de que las puedes hacer a tu gusto y con un montón de combinaciones de sabor.
INGREDIENTES: 1 ración
- 1 puñado de maíz para palomitas
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Especia o mezcla de especias al gusto.
ELABORACIÓN
Si vas a hacer una cantidad pequeña, una ración, en una sartén pequeña de unos 20 cm de diámetro por ejemplo, será suficiente. Si vas a elaborar más cantidad, elige una cacerola con buen fondo para que cuando vaya abriendo el maíz, las palomitas tengan espacio.
La medida aproximada es de un puñado de maíz por persona. En una sartén ponemos la cucharada de AOVE y el maíz. Yo empiezo con fuego fuerte, a tope, para que el maíz se empiece a cocinar. Verás como se va poniendo trasparente.
Truco: te recomiendo que te hagas con una tapa, para que no salgan disparadas las palomitas por toda la cocina. Además yo suelo poner un trapo de cocina encima de la tapa, para aumentar la temperatura, evitar que me salpique el aceite según van surgiendo las palomitas y sujetar la tapa sin quemarme, mientras ellas luchas por salir.
En el momento que empezáis a oír que algo explota dentro de la sartén, significa que se están abriendo los granos de maíz y se está produciendo la transformación a palomita. Yo en este punto bajo el fuego, a un fuego medio, ya que si lo mantuviese muy fuerte me quemaría las primeras palomitas que emergieron, mientras termina de abrirse todo el maíz.
Durante este proceso, no seáis curiosos y no destapéis la sartén, a no ser que os entusiasme tener que recoger palomitas por todos los rincones de vuestra cocina, en ese caso sentíos libres de hacerlo. Yo la he destapado, porque lo reconozco, soy muy curiosa, y más que nada para haceros la foto :))))
Hay que ir moviendo la sartén, levantada de la vitrocerámica para no rallarla, sacudiéndola hacia delante y hacia vosotros, para que el maíz vaya al fondo y sigan saliendo más palomitas. Poner de nuevo al fuego y seguir haciéndolo hasta que prácticamente no escuchemos el roce del maíz en el fondo de la sartén. Siempre quedará algún grano tímido que a pesar de nuestra perseverancia decida no abrirse.
Todo el proceso desde que ponemos el maíz en la sartén hasta que obtenemos las palomitas, nos puede llevar unos 10 minutos, así que no seáis impacientes que merece muchísimo la pena.
A partir de este punto, dejad volar la imaginación. Podéis echarlas un poco de sal y listo. O como os invito a probar, espolvoread vuestra especia favorita o la mezcla de varias.
Truco: siempre que echéis la especia, hacedlo en la sartén o en un cuenco sobre las palomitas recién hechas, calientes y con ayuda de un colador para que se distribuya mejor. Removed con una cuchara o con las manos, si las tenéis limpias, y a disfrutar. Nunca echéis la especia en el aceite, al principio de la elaboración, ya que se os quemará y tendréis que tirar las palomitas. Lo digo por experiencia.
Así de sencillo. Las posibilidades son infinitas y todo dependerá de los que os guste. Para mi no tienen nada que ver con las palomitas de microondas, además me rememoran mucho mi infancia y disfruto de ese momento.
El maíz lo podéis encontrar en los supermercados en paquetes o en tiendas o mercados a granel.
Os animo a que cambiéis esos pequeños detalles de elaborar cosas sencillas, que no cuestan tanto y que en casos como este, os va a hacer ganar un poco en salud.
Me encantaría que me contaseis vuestras combinaciones y que lo compartierais por redes sociales o en los comentarios.
Feliz fin de semana.
¡¡Ánimo cocinillas!!!
Una respuesta a “Palomitas caseras especiadas”