
Los dulces de Semana Santa no se quedan solo en las clásicas torrijas. Estos roscos de sartén, también son típicos de estas fechas en muchas casas. En particular por la zona de Andalucía. Y esta maravillosa receta llegó a mí hace un año en pleno confinamiento de la mano de mi amiga María, originaria de Huelma (Jaén), excelente tierra por sus aceites de la Sierra Mágina. Su madre Mari Luz, los prepara con los ojos cerrados y como buena jienense, tanto en la masa como en la fritura, solo consiente aceite de oliva virgen extra.
He hecho un gran trabajo de traducción de las recetas clásicas de las madres de medidas de vasos y escuetas explicaciones. Tiene sus trucos para que salgan bien y no desesperéis, ya que la masa que se obtiene es muy pegajosa, pero necesaria para conseguir unos roscos esponjosos y jugosos que duren así días. La madre de María me ha dicho algunos trucos que os contaré ahora.
INGREDIENTES 30 roscos aprox
- 330gr de harina de trigo.
- 2 huevos.
- 80 ml de aceite de oliva virgen extra.
- 80 gr de azúcar.
- 80 ml de zumo de naranja.
- Ralladura de una naranja.
- Una pizca de sal.
- Un sobre de levadura química.
- Aceite de girasol para freír.
- Para decorar: 3 cucharadas de azúcar y una cucharadita de canela en polvo.

ELABORACIÓN
En un cuenco grande, batir los huevos con el azúcar y la ralladura de la naranja. Verter el zumo de naranja y el aceite y remover. Por otro lado, mezclar la harina, la sal y la levadura. Yo lo tamizo con ayuda de un colador grande para dar más aire a la masa y que queden más esponjosas, evitando también posibles grumos de la harina. Añadir en varias tandas la harina tamizada y mezclando con movimientos envolventes.
Quedará una masa algo pegajosa. Perfecta. Tapar y dejar reposar 30 minutos.
Colocar una sartén en el fuego y verter una buena cantidad de aceite de girasol que pondremos a calentar. Podemos usar también un cazo para freírlos.
Para elaborar los roscos y no desesperarse, es muy importante pringarse las manos con aceite de oliva. A continuación, coger un trozo de masa del tamaño de una nuez, hacer una bola y con ayuda de un dedo, abrir un agujero en el centro y agrandarlo lo suficiente hasta formar una rosquilla. Echar a la sartén con el aceite a fuego medio. Esta operación requiere movimientos decididos y rápidos. La masa es muy tierna y pegajosa lo que no permite excesiva manipulación. Se forman los roscos y directos a la sartén. Depositar con cuidado, no los lances para no salpicarte con el aceite caliente. Entre rosco y rosco, mojar con aceite las manos para que no se te pegue la masa mientras los formas.
Freír los roscos a fuego medio hasta lograr que tengan un bonito dorado por ambos lados. Añade pocos roscos por tanda para no bajar la temperatura del aceite.
Sacar del fuego a un papel absorbente, dejándolas que escurran un poco el aceite y pasarlas por una mezcla de azúcar y canela.
¡A disfrutar!
En esta receta el toque rústico y las formas anárquicas de los roscos están más que aseguradas.

Consejos
- Si te parece muy fuerte el sabor que da el aceite de oliva a la masa, puedes tostar el aceite de oliva previamente. Consiste en calentar el aceite en una sartén sin que llegue a humear y dejar enfriar hasta su uso. Esto hará que rebaje el amargor del mismo. Consejo de Mari Luz.
- La receta se puede hacer con zumo de naranja o leche. Queda mucho más jugosa y aireada la masa con el zumo de naranja. La leche le da una textura algo más densa.
- Cuanto más blanda sea la masa en crudo, más jugosos quedarán los roscos y, por tanto, durarán más tiempo tiernos. Nunca añadas más harina, recuerda el truco de untar tus manos con aceite para ayudarte en el formado de los roscos.
- Temperatura de la fritura. Cuidado con hacerlos con un fuego muy fuerte, se quemarán por fuera y quedarán crudos por dentro, o con pollo, como dice la madre de mi amiga. Si las hacéis con fuego muy bajo, los roscos cogerán mucho aceite. Así que la temperatura del fuego es muy importante, siempre a fuego medio. Mi vitrocerámica llega al 9, las frío al 6.
- Tras la primera tanda, abre un rosco para comprobar que se ha hecho bien por dentro y así poder rectificar en las siguientes.
- Se pueden freír en aceite de girasol o aceite de oliva virgen extra.
- Según vayamos friendo es normal que se consuma parte del aceite y será necesario añadir más. Esperar a que se caliente, antes de seguir añadiendo roscos.
- Rebozar en azúcar, o azúcar y canela tras la fritura. Si dejas enfriar el rosco ya no se pegará el azúcar.
- Guardar en una bolsa hermética o en una lata. Aguantan una semana.
- Se pueden congelar una vez fritos y fríos.

Gracias a Mari Luz por enseñarnos esta receta tan deliciosa y trasmitirnos los trucos para que tengamos el éxito asegurado en su elaboración. Os animo a que las preparéis y sigáis todos los consejos.
Si os surgen dudas sobre la receta o tenéis alguna inquietud que queráis compartir, recordad que tenéis el correo electrónico a través del cual os podéis poner en contacto conmigo: gastrolibreta@gmail.com. Si queréis compartir alguna receta es bienvenida.
Deja tu comentario aquí o en las redes sociales, Instagram y Facebook. Dale a me gusta y comparte para que llegue a más gente.
¡Ánimo mis cocinillas!

2 respuestas a “Roscos de sartén”