El año pasado descubrí por primera vez Biocultura. No es que no hubiese ido antes, es que no había oído hablar ni siquiera de este evento.
Biocultura es una feria de productos ecológicos y consumo responsable que se celebra una vez al año en Barcelona, Madrid y Bilbao y cada dos años en Valencia y Sevilla. Del 10 al 13 de noviembre se ha realizado en Madrid, en el recinto ferial del IFEMA.
La primera vez que fui me asombró la envergadura del evento. Aluciné con la cantidad de marcas, productos y pequeños artesanos y productores unidos por lo mismo, así que tenía claro que al año siguiente volvería. Este año he ido dos veces. Un día entre semana, que si tenéis oportunidad, os recomiendo ya que el ambiente es más relajado, y otro día ya en fin de semana, con más aglomeraciones, empujones y atropellos de carritos. Si, si, que a mi me envistieron 3 veces, y sin pedir perdón ni nada, hay gente para todo.
La gran oferta de esta feria es la alimentación. La mitad del pabellón está destinada a ella. A mi en particular me atraen mucho los pequeños artesanos y productores nacionales y rehuyo bastante de marcas de mucho renombre. Apuesto por los productos de proximidad aunque algún producto internacional no discuto que me resulte interesante. Considero que en más de una ocasión son modas impuestas y que hay que tener cabeza a la hora de consumir esos productos. Cuando se masifica la producción de un alimento hay que sopesar realmente que condiciones tiene los trabajadores de dichas plantaciones, y el impacto medioambiental y social que supone realmente.
No creo en productos milagro, y si en una vida sana, en la que el estrés brille por su ausencia, llevemos una alimentación lo más natural y equilibrada posible y realicemos ejercicio. Si está en nuestra mano consumir ecológico, adelante, sino no creo que haya que obsesionarse.
En los puestos de alimentación había de casi todo lo que os podáis imaginar: vinos, aceites, panes, frutas, verduras, frutos secos, huevos, embutidos, mermeladas, mieles, cervezas, tés, cafés…un sinfín de productos elaborados y superalimentos, así como puestos de comida para quien quisiera comer allí y encontrase mesa para sentarse.
Os voy a marujear todo lo que compre. Voy a empezar con el apartado de alimentación. En la Ecotahona del Ambroz, con obrador en Plasencia, compre unos panes riquísimos de masa madre asesorada por las maravillosas Pilar y Estela, y que repartí con la familia. Llevé el pan de tomate y aceitunas en el que en vez agua, emplea el tomate natural triturado en su elaboración, un pan payés y un pan de turgidum con naranja. El turgidum es el trigo Kamut®, pero el genérico, ya que Kamut® es una marca registrada.

Cervexa Ecolóxica As Galegas. Mi amiga Cris descubrió la cerveza de unos gallegos muy simpáticos, y tras la frase: ¡pruébala que está buenísima y les quedan muy pocas!, allí que me fui a hablar con el paisano. Las elaboran en Verín (Ourense), y en sus etiquetas figuran los rostros de mujeres gallegas ilustres. Tiene variedades de trigo, cebada, centeno e incluso con miel. La de miel estaba riquísima, cuya miel era de unos productores también locales. Yo me llevé la tostada de trigo para regalar a mi hermana que le gusta mucho la cerveza.
En Biocultura además de alimentación, también hay hueco para la cosmética, la moda sostenible, el medioambiente, para otra de mis pasiones que es la artesanía, e incluso para las terapias alternativas, zona del Biocultura que os reconozco me produce recelo y procuro evitar.
Os cuento lo que me lleve de esta parte de la feria y a la gente que conocí.
Nuri del Rio
Lo siento por el resto, pero sin duda es mi puesto favorito. Les compre el año pasado y repetí también en esta ocasión. Nuri del Rio son de L’Escala (Girona) y tienen una bisutería que a mi me parece ESPECTACULAR. Plata de 1ª ley que combinan con cobre, bronce, óxidos… una preciosidad. A mi me vuelven loca los pendientes. Quienes me sufren en los mercadillos saben que tengo que contenerme a veces (muy pocas), para no comprarme un par. Esta vez no pude resistirme a esta preciosidad de pendientes de ginkgo biloba.
Masa. Cerámica de autor
La cerámica me encanta, tengo muchos cachivaches por casa de artesanos nacionales y de otras tierras, que compro en mis viajes. Me topé con el puesto de Masa donde Ana y Sandra me contagiaron enseguida de su entusiasmo. Ambas apasionadas de la cerámica. Emplean gres y esmaltes de fabricación propia, gran resistencia y libres de plomo o cadmio. En Malasaña, en la calle Minas 6, tiene un pequeño taller donde además imparten cursos entre semana e intensivos de fin de semana, para más información consulta Taller de cerámica artística Amasarte. Yo ya les estoy echando un ojo.
Me dije a mi misma que no podía comprarme más cerámica, ya que voy a tener que salir de casa. Pero soy débil y me lleve un tazón precioso. Las teteras me miraron mucho pero aguanté la tentación. También trabajan bisutería con impresión de hojas naturales y colgantes que imitan neuronas, así como un juego-puzzle de neuronas. Muy original todo.
Utensilios de madera

Me gusta contar con utensilios de madera a la hora de cocinar. En Biocultura había varios artesanos a los que les compre. A Culleres Bauzo que trabaja madera de boj, le compre dos cucharitas y a Creaciones PIMFA con elaboraciones en olivo les compre un tenedor. Son una preciosidad.

Carola Soaps. Jabones artesanos
Tuve la oportunidad de conocer a María Jesús y que me contase emocionada como a raíz del diagnóstico de su dolencia, sensibilidad química múltiple, se vio en la necesidad de crear sus propios jabones. Cosa que le impulso a formarse y fundar la empresa que ahora tiene de cosmética natural.
Tiene un gama muy amplia de jabones, y con unos olores que algunos dan ganas de comértelos. Yo me lleve uno y seguí su consejo de cortarlo por la mitad para que me dure más y poder aplicármelo mejor. Para más información consulta su página: Carola Soaps
Si os gusta todo lo que tenga que ver con el mundo de lo natural, ecológico y sostenible es una feria en la que sin duda disfrutaréis. Solo se realiza una vez al año y siempre se conoce gente con proyectos realmente interesantes.
Yo me llevo de esta edición haber conocido a gente muy bonita, que siente pasión por lo que hace y comparte contigo el entusiasmo de su trabajo. Soy una fiel defensora del pequeño comercio y de apoyar a los artesanos, que lamentablemente son un oficio en peligro de extinción y muy desprotegido.
Apúntatelo en tu gastrolibreta
¡Feliz fin de semana!