¡¡¡Hola a todos!!! Bienvenidos a mi blog. ¿Os apetece un trozo de esta rica tarta? Pues os cuento como hacerla.

Crujiente y dulce masa por fuera y de jugoso interior de frutas, hacen que sea una tarta con la que vais a triunfar seguro. Es muy sencilla, y además admite variaciones. A la masa le podéis añadir por ejemplo copos de avena o frutos secos para darle más textura crujiente y el interior te permite usar diversas frutas como por ejemplo fresas y/o frutos rojos, pera, mango… Lo que para mi es importante de la tarta es que haya contraste entre la masa y el relleno, por lo que no me gusta usar mucho azúcar en la elaboración de las frutas para que mantengan su punto de acidez.

INGREDIENTES

Masa (para molde de 23 cm de diámetro)

• 300 gr de harina de trigo.
• 110 gr de azúcar.
• 150 gr de mantequilla fría.
• 1 cucharada sopera de agua fría.
• Opcional: 60 gr de copos finos de avena o de frutos secos naturales molidos.

Relleno:

• 3 manzanas reinetas.
• 2  ó 3 cucharadas soperas de azúcar (al gusto).
• 3 cucharadas soperas y rasas de maicena.
• 1 cucharadita de canela en polvo.
• 1 vaso y medio de agua.

ELABORACION

Empezamos con las manzanas que necesitaremos cocinarlas un poco para que estén más tiernas. Yo he elegido la variedad reineta que son algo más sabrosas, pero queda igual de bien con otras variedades como golden, fuji, rojas… Las pelamos y cortamos en lascas. Las cocinamos en una cacerola a fuego medio con el resto de ingredientes durante 20-30 minutos aproximadamente. Deben quedar tiernas pero tiene que seguir viéndose los trozos, es decir, no llegar al punto de compota. Retirar del fuego y reservar. Se puede cambiar la canela por otra especia, si no os gusta, como por ejemplo por vainilla, o incluso añadir pasas, ciruelas o jengibre fresco en trocitos que le dará un sabor más cítrico. A parte podéis crear otras tartas con otras frutas, las que os he propuesto (fresa, pera, mango…) son frutas más acuosas y blanditas por lo que necesitarán menos tiempo de cocinado. Si las frutas están maduras necesitarán poco azúcar. Cortadlas en trozos medianos o pequeños si son para tartaleta y dejadlas 10 minutos a fuego medio.

¡Manos a la masa! Sacamos la mantequilla 15 minutos antes de usarla para que permanezca fría pero algo más maleable. En un bol ponemos la harina, los copos de avena o frutos secos molidos (si queremos dar más crujiente a la masa), el azúcar y la mantequilla en cuadrados, para integrarla mejor. Si usas frutos secos que sean naturales, sin sal ni tostados. Queda bien con nueces, almendras, avellanas, anacardo o incluso mezcla de varios de ellos. Trituradlos con una picadora eléctrica de las que trae la batidora o en el mortero.  La masa que vamos a hacer va a ser tipo quebrada por lo que la tenemos que amasar más bien poco. Aquí no valen tenedores, cucharas, varillas… usamos las yemas de nuestros dedos. Vamos a ir desmigando la mantequilla con el resto de los ingredientes hasta conseguir hacer una mezcla arenosa. No tiene que quedar una pasta uniforme tienen que quedar pelotitas de masa. Por ello es importante que la mantequilla esté fría. Llegaréis a un punto en que la mantequilla se ha repartido bastante bien, que la masa es arenosa pero continúa habiendo algo de harina . Yo suelo añadir una cucharada de agua fría para humedecer un poco la masa y terminar de unificar. Haced la prueba de coger un puñadito de masa y comprimidla. Al abrir el puño debéis observar que la masa se ha compactado y es consistente,¡perfecto! Si al abrir el puño notáis que se sigue desmigando un poco, echad un poquito más de agua.

A la hora de elegir un molde podéis optar por varias opciones. En este caso he usado un molde desmoldable bajito (4 cm de alto) de 23 cm de diámetro, pero puedes usar para estas cantidades 2 aros pequeños de pastelería o incluso tartaletas que con estas cantidades te daría para unas 8.

Reservad como un 1/3 de la masa para luego echarla por encima. Engrasad con mantequilla el molde, e id repartiendo la masa por el fondo y los bordes presionando con los dedos. Verted el relleno de frutas y por último, esa masa que habíamos reservado se lo vamos a espolvorear por encima. Precaución: al hornearse, el relleno acaba burbujeando y en ocasiones se desborda por algún punto. Por lo que es recomendable poner en la bandeja del horno un papel para horno.

Hornear a 180-200ºc durante 25-30 minutos. Yo coloco la bandeja del horno un poco más abajo de la mitad, es decir, cerca del fondo del horno para asegurarme de que la base de la tarta se hornee bien. Cuando observes que ha cogido un bonito color dorado estará hecha. Cada horno es un mundo, pero estad atentos a partir de los 20 minutos de horneado como va evolucionando vuestra tarta.

Dejad reposar antes de comer. Tibia con una bola de helado de vainilla ya son palabras mayores. Probad a hacerla y cread vuestras propias combinaciones, que eso al final es lo chulo de la cocina, hacer la recetas tuyas.

¡Espero que la disfrutéis y de nuevo bienvenidos a mi mundo gastronómico!